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Consejería de Educación. Junta de Extremadura

Estrellas que cuentan historias II

Esta semana la pasamos esperando con verdaderas ganas la llegada del viernes y la leyenda de mitología que toca; esta vez nos decantamos por la constelación de la Osa Mayor pues es la más visible en el cielo. La podemos ver durante todo el año sobre nuestras cabezas, ya que se encuentra muy cerca del Polo Norte.

Además de decidirnos por este motivo hay otro aún más poderoso y es que podemos utilizar esta constelación para orientarnos geográficamente. Si trazamos una línea imaginaria desde Merak hasta Dubhe y la prolongamos aproximadamente 5 veces la distancia entre ambas estrellas, localizaremos la Estrella Polar, que nos permite encontrar fácilmente el Norte en una noche estrellada.

 

Mitología.

Y ahora viene lo mejor; la historia que se esconde en esta constelación y descubrimos lo siguiente:

Todo empezó cuando –como en otras ocasiones- Zeus se disfrazó para conquistar a un nuevo amor. Para acercarse a una bella doncella de nombre Callisto, se disfrazó de su mejor amiga, Artemisa (la Luna) y ella terminó….¡ay! embarazada. El problema fue que Hera, su esposa se enteró y en lugar de reclamarle a su marido por andar metiéndose en líos de faldas, dirigió su furia contra la pobre Callisto y acabando ella de tener a su bebé, los separó, dejando a la madre soltera convertida en una osa de aspecto temible y feroz; lo terrible es que ella se vio obligada a vagar por el bosque.

El bebé, de nombre Arcas (o Arcturus) creció rápido, y cómo no, si era hijo de un dios, y se convirtió en un gran cazador. Hera tenía todo maliciosamente planeado. Cuando Arcturus ingresó al bosque, Callisto lo reconoció y salió a su encuentro para abrazarle. Arcturus, espantado de ver que un oso se abalanzaba sobre él, sacó una flecha y tensó el arco; en el momento justo que la flecha sería disparada Zeus intervino, transformó a su hijo también en oso y elevó a madre e hijo hasta los cielos, donde nunca pudieran ser alcanzados por las flechas de los hombres. Así nacieron Ursa Major y Ursa Minor, constelaciones del polo norte celeste.

Despechada, Hera puso un castigo final a Callisto y Arcas: nunca más podrían descender a la Tierra para saciar su sed. Y desde entonces, los habitantes del Mediterráneo ven a la Osa mayor y al Osezno acercarse al suelo pero son incapaces siquiera de poner sus patas junto a un arroyo y beber. Están condenados a dar vueltas cerradas eternamente alrededor de la estrella polar.

¡¡ Impresionante, como siempre!!

Esperamos que lo hayáis disfrutado tanto como nosotros.

¡¡¡Hasta la próxima entrega, chicos!!!!!